lunes, 4 de julio de 2011

Viaje en tren

Sales de tu casa, cargado, mochilas, ordenador, ropa, móvil, llaves… lo revisas todo, lo tienes, te vas. Vas hacia la estación, sacas tu billete religiosamente, entonces sales de la caseta y te diriges al andén, eso sí, al adecuado, esperas a que llegue el tren, hay dos posibilidades, la primera es que el tren llegue justo cuando tú has llegado y no tienes que esperar, luego está la otra, la que me ha pasado a mi hoy, he tenido que esperar, nada menos que 15 minutos, bajo el sol, que tostón! En esos 15 minutos, inspeccionas a todas las personas de tu alrededor, ves a unas viejecitas con el carrito y piensas, mira!, va al mercado, luego ves a unos latinos con sus gorras y su reggaetón en el móvil y piensas que son problemáticos, y haces lo posible por no subir en el mismo vagón que ellos, luego ves a gente trajeada y piensas, va a trabajar o a buscar trabajo, y va en tren, muy bien, utilizando transporte público. Esos 15 minutos son eternos, cuando ya as revisado a todo el mundo, miras el suelo, hasta que escuchas la voz insoportable del megáfono repitiendo lo que todos los que habitualmente cogemos el tren nos sabemos de memoria, el tren aparece a lo lejos, eso sí, no esperes que se pare delante de ti, no amigo no, el conductor te hace ir detrás de el como un perrito faldero hasta que al señorit@ le da por frenar del todo, subes, Buff… alivio, el calor se convierte en un frescor agradable, la multitud de gente desaparece al entrar en el tren y te encuentras solo en tu mundo dentro del vagón, el tren se pone en marcha, esta vez, dirección Gava, siempre en zona de ventana y orientado a la dirección del tren, nunca del revés, no lo aguanto. Miro por la ventana, agua, agua a más no poder, cristalina, hermosa a mi parecer, gente en la playa… Dándose ese baño que todos deseamos cuando tenemos ese calor insoportable, pero el aire acondicionado del vagón te ayuda a superar esa tentación, entonces pasas por un túnel, los oídos te silban, pero a mí personalmente, ese silbido, me gusta, me hace cosquillas. Al salir del túnel, 5 segundos de ver una preciosa cala escondida tras las rocas, el agua transparente, con ese azul tan bello que todos desearíamos ver cada día al levantarnos y mirar por la ventana, llegas a una parada, ves bajar a la gente y ves subir, deseas que nadie se siente a tu lado, estás en tu mundo y alguien cerca solo molestaría. Suerte, nadie lo hace, no sé porque, les doy miedo? No se fían de un chico de 16 años? No lo sé, aunque la verdad, me da igual, mejor para mi, nadie me molesta, vuelvo a mi ventana, el mar desaparece junto al horizonte, solo se ven pisos, mejor cerrar los ojos, el cerrar los ojos, se siente un cosquilleo por dentro con cada temblor del enorme monstruo de algunas toneladas de peso. Llegas a tu destino, te peleas con todo el mundo para poder salir, pero lo consigues, respiras el aire limpio de la estación, y piensas… Joder, tengo que subir andando con el calor que hace, y todo vuelve a empezar, a pasar calor, y esperar a volver a subirse a otro tren y disfrutar de sus lindos paisajes.
By Mikii!

2 comentarios:

aiinaa.24 dijo...

Joder! que guapo!! Me ha encantado la manera de describir todas esas sensaciones :)

F-A-S-C-I-N-A-N-T-E

Olaya C. García dijo...

M'agrada ^^ Ya lo sabes :D♥